Exposición

25 de abril – 20 de mayo, 2022

 

Francia se ha hecho presente en tierras muy lejanas de su territorio, como Chile, ese largo país al fin del mundo, gracias a hombres y mujeres comunes y otros destacados y singulares, cuyos hechos y aportes dejaron marcas en la historia del país.

Sea cual fuese su época, su formación o sus convicciones filosóficas, estos franceses y francesas ilustres demostraron una temeridad y un valor a toda prueba. La mayoría fueron eruditos y benefactores, hombres de ciencia y de progreso. A menudo sus misiones sobre el terreno fueron sinónimo de proeza deportiva, pertrechados además con un equipo más que modesto, pese a lo cual nunca perdieron el ímpetu de la exploración.

Para estos grandes viajeros, así como para quienes los enviaron en misión, la ciencia era un ideal elevado. Fueron así precursores en medicina, arquitectura y en la difusión de conocimientos en los ámbitos de la fotografía, la agricultura, la ingeniería y el transporte.

La exposición pretende perpetuar la memoria de los franceses que se distinguieron en las relaciones científicas, culturales, económicas, diplomáticas y militares con Chile. Estos hombres y mujeres excepcionales lograron grandes hazañas. Muchos fueron científicos, médicos y fotógrafos, ingenieros y empresarios, pero también hubo aventureros o soldados de la Revolución Francesa y el Imperio que se implicaron en la contienda de la Independencia.

La invitación es al «redescubrimiento», a través de una serie de retratos sorprendentes, de la obra y los hechos de estos pioneros, combatientes, viajeros y exploradores, procedentes de los más diversos horizontes. Todo ello en el marco del Bicentenario de la muerte de Napoleón Bonaparte, cuya influencia y la de su época también llegó a Chile, ya se en la formulación del código civil chileno o en la estructuración de la misma Universidad de Chile, por mencionar solo dos ejemplos.

25 de abril – 20 de mayo
Patio Ignacio Domeyko, Casa Central de la Universidad de Chile
Entrada liberada con pase de movilidad