Para poner nuevamente de relieve la larga existencia del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) y la calidad de las relaciones de cooperación científica franco-chilenas que este encarna hemos decidido traducir al español un artículo publicado por el Centre National de Recherche Scientifique (CNRS) en diciembre de 2020 en ocasión del 20 aniversario del CMM.
«El mejor laboratorio de matemáticas de Chile y uno de los mejores del mundo»: así es como Antoine Petit, presidente-director general del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS), presenta al Centro de Modelamiento Matemático (CMM). Una reputación confirmada cada día que pasa por esta institución que acaba de celebrar sus 20 años.
Creada en 2000 en Santiago de Chile, el CMM se convierte en una unidad mixta internacional del CNRS en 2004, lo que lo convierte en el International Research (IRL)1 más antiguo de este organismo. Bajo este estatus, el laboratorio organiza con el CNRS intercambios de científicos, de programas comunes de doctorado y de cátedras compartidas. El que «ocupa un lugar especial en el corazón del CNRS», según su director general, ha fortalecido las relaciones científicas franco-chilenas sirviendo de ejemplo para el desarrollo de otros IRL en Chile y a través del mundo. Hoy dirige la red de laboratorios internacionales del organismo francés en este campo.
«En el CMM deseamos que las matemáticas se nutran de los problemas del mundo real y que las soluciones se inspiren con fuerza del desarrollo matemático», explica su director Alejandro Maass que saluda «la alianza internacional que le dio vida» al laboratorio. Este nación de la primera serie de Centros de excelencia del Fondo de financiamiento de centros de investigación en zonas prioritarias de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Técnica2 (ahora ANID), que tenía como objetivo articular la actividad de grupos científicos en torno a temáticas importantes para el país.
Al servicio de la sociedad
En efecto, el CMM pretende «acercar las herramientas a las necesidades para contribuir al desarrollo científico, tecnológico y social de Chile»: con una actividad teórica internacionalmente reconocida, se ha centrado en las matemáticas aplicadas en relación directa con la sociedad y la industria del país; su intención es resolver «problemáticas mundiales con fuerte impacto local». El laboratorio fue solicitado, por ejemplo, a propósito de temas como la fragmentación de las rocas o la estabilidad de las minas explotadas por la industria chilena, motor de la economía local con múltiples desafíos. Así, utilizando datos y probabilidades, un sistema de vigilancia de micro-terremotos fue creado en minas subterráneas. En asociación con el Departamento de Informática de la Universidad de Chile, el CMM también participó, desde el principio de su historia, en la concepción inicial del sistema de facturación electrónica del país y en la formación de especialistas en seguridad informática en Chile. Una actividad que continúa hoy en día.
Más recientemente, modelos desarrollados por los matemáticos contribuyeron a la gestión de la crisis del coronavirus y el laboratorio, miembro de la Federación de investigación Tara Oceans3, tiene como objetivo introducir las matemáticas en el programa GO-SEE que estudia la biodiversidad oceánica frente al cambio climático. El CMM también participa en el programa Alerce, una referencia mundial para la exploración astronómica a partir de datos –prediciendo, por ejemplo, las zonas de interés para una observación– y coordina en Chile el programa Copernicus de satélites de observación de la Tierra de la Comunidad Europea sobre asuntos de política espacial.
Redes nacionales e internacionales
Para efectuar estas distintas investigaciones, el CMM está compuesto por más de 150 miembros: «un grupo de matemáticos –investigadores e ingenieros– que practican y valoran la interdisciplinariedad, que la viven y ayudan a construirla», según su director, quien afirma: «Es imposible mencionar todos los socios que hemos tenido en 20 años». En efecto, desde su creación, el laboratorio ha apoyado y participado en el incremento de cantidades de datos y en la sofisticación de herramientas para modelisar fenómenos cada vez más complejos. Desde hace 10 años, mantiene el Laboratorio Nacional de Complejidad de Alto Rendimiento4, en asociación con «prácticamente todas las universidades chilenas» y desarrolla programas de intercambio con las grandes universidades del continente: «Somos un pequeño país, por lo que hemos aprendido a enfrentar problemas complejos que vemos fácilmente alrededor nuestro y queremos compartir nuestra experiencia», indica el matemático.
Para que el laboratorio y el país permanezcan a la vanguardia de las investigaciones matemáticas, el CMM también se ha implicado grandemente en el enseñanza. Participó, en particular, en la construcción de las normas de la enseñanza matemática con el Ministerio de Educación e implementó los programas ARPA y «Suma y Sigue» –este último ha sido reconocido por una cátedra de la UNESCO– que son actualmente una referencia en la formación de los profesores de matemáticas. » Ayudamos a los profesores chilenos a mostrar las matemáticas tal cual son y a formar cerebros capaces de pensar de manera analítica en una sociedad cada vez más digital», explica Alejandro Maass.
Actualmente, único centro de excelencia con «programa basal» de la ANID en matemáticas –un equivalente al Labex francés lanzado en 2009– el CMM inicia esta nueva década preparado para «continuar a asumir los nuevos desafíos que implica la mundialización tanto a nivel global como local», en particular la salud digital.
Notas
- Estas herramientas, llamadas antiguamente «unidades mixtas internacionales» (UMI), estructuran en un lugar identificado la presencia significativa y duradera de científicos de una cantidad limitada de instituciones de investigación francesas y extranjeras (un único país extranjero socio).
- La Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) es el organismo chileno que coordina y financia la investigación científica y técnica. Desde el 1º de enero de 2020 pasó a ser la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) que cumple un rol similar al de la Agence National de la Recherche (ANR) francesa.
- La Fédération de Recherche Tara Oceans comprende 22 équipos de investigación franceses e internacionales y desarrolla el programa GO-SEE (Global Oceans Systems Ecology & Evolution). La goleta Tara permanecerá 3 meses en Chile a partir de febrero de 2021.
- El NLHPC (National Laboratory for High Perfomance Computing-Chile) es un centro de cálculo intensivo nacional chileno al servicio de las comunidades académicas e industriales, así como las instituciones públicas: NLHPC.
Tomado de : CNRS Info – Fotos: CMM.
20 ANS DE MATHÉMATIQUES FRANCO-CHILIENNES
« Le meilleur laboratoire de mathématiques du Chili et parmi les meilleurs au monde » : voici comment Antoine Petit, président-directeur général du CNRS, présente le Centre de modélisation mathématique (CMM). Une réputation prouvée chaque jour par cette institution qui vient de célébrer ses 20 ans.
Créé en 2000 à Santiago au Chili, le CMM devient une unité mixte internationale du CNRS en 2004, ce qui en fait le plus ancien International Research Laboratory1 de l’organisme. Sous ce statut, le laboratoire organise avec le CNRS des échanges de scientifiques, des programmes communs de doctorat et des chaires partagées. Celui qui « tient une place spéciale dans le cœur du CNRS », selon son PDG, a renforcé les relations scientifiques franco-chiliennes, servant d’exemple pour le développement d’autres IRL au Chili et à travers le monde. Il anime aujourd’hui le réseau des laboratoires internationaux de l’organisme français dans le domaine.
« Au CMM, nous souhaitions que les mathématiques se nourrissent des problèmes du monde réel et que les solutions s’inspirent fortement du développement mathématique », explique son directeur Alejandro Maass qui salue « l’alliance internationale qui a donné vie » au laboratoire. Celui-ci est né de la première série de Centres d’excellence du Fond de financement des centres d’investigation en zones prioritaires de la Commission nationale de recherche scientifique et technique2 (maintenant ANID), qui avait pour objectif d’articuler l’activité de groupes de scientifiques autour de thématiques importantes pour le pays.
Au service de la société
En effet, le CMM entend « rapprocher les outils des besoins pour contribuer au développement scientifique, technologique et social du Chili » : avec une activité théorique internationalement reconnue, il est axé sur les mathématiques appliquées, en lien direct avec la société et l’industrie du pays, et cherche à résoudre des « problématiques mondiales à fort impact local ». Le laboratoire a par exemple été sollicité sur des sujets comme la fragmentation des roches ou la stabilité des mines exploitées par l’industrie chilienne, moteur de l’économie locale aux multiples défis. En utilisant données et probabilités, un système de surveillance des micro-tremblements de terre a ainsi été créé dans des mines souterraines. En partenariat avec le Département d’informatique de l’Université du Chili, le CMM a aussi participé, dès le début de son histoire, à la conception initiale du système de facturation électronique du pays et à la formation de spécialistes de la sécurité informatique au Chili. Une activité qu’il poursuit aujourd’hui.
Plus récemment, des modèles développés par les mathématiciens ont éclairé la gestion de la crise du coronavirus et le laboratoire, membre de la Fédération de recherche Tara Oceans3, a pur but introduire des mathématiques dans le programme GO-SEE qui étudie la biodiversité océanique face au changement climatique. Le CMM est aussi impliqué dans le programme Alerce, une référence mondiale pour l’exploration astronomique à partir de données – prédisant par exemple les zones d’intérêt pour une observation –, et coordonne au Chili le programme Copernicus de satellites d’observation de la Terre de la Communauté européenne sur les questions de politique spatiale.
Des réseaux nationaux et internationaux
Pour effectuer ces recherches variées, le CMM est composé de plus de 150 membres – « un groupe de mathématiciens – chercheurs et ingénieurs – qui pratiquent et valorisent l’interdisciplinarité, qui la vivent et aident à la construire », selon son directeur qui affirme : « Il est impossible de mentionner tous les partenaires que nous avons eu en 20 ans ». Car, depuis sa création, le laboratoire a assisté et participé à l’augmentation des quantités de données et la sophistication des outils pour modéliser des phénomènes de plus en plus complexes. Depuis 10 ans, il fait ainsi vivre le Laboratoire national de calcul haute performance4, en partenariat avec « pratiquement toutes les universités chiliennes » et développe des programmes d’échange avec les grandes universités du continent : « Nous sommes un petit pays donc nous avons appris à attaquer les problèmes complexes que nous voyons facilement autour de nous et nous souhaitons partager notre expérience », indique le mathématicien.
Pour que le laboratoire et le pays restent à la pointe des recherches mathématiques, le CMM est aussi fortement impliqué dans l’enseignement. Il a notamment participé à la construction des normes de l’enseignement mathématique avec le ministère de l’Éducation, et mis en place les programmes ARPA et « Suma y Sigue » – ce dernier étant reconnu par une chaire UNESCO – qui sont aujourd’hui une référence pour la formation des professeurs de mathématiques. « Nous aidons les professeurs chiliens à montrer les mathématiques telles qu’elles sont et à former des cerveaux capables de penser de manière analytique, dans une société de plus en plus numérique », explique Alejandro Maass.
Aujourd’hui, unique centre d’excellence « basal program » de l’ANID en mathématiques – un équivalent du Labex français lancé en 2009 – le CMM entame cette nouvelle décennie prêt à « continuer à relever les nouveaux défis que présente la mondialisation au niveau global comme local », et en particulier la santé numérique.
Notes
- Ces outils, anciennement appelés « unités mixtes internationales » (UMI), structurent en un lieu identifié la présence significative et durable de scientifiques d’un nombre limité d’institutions de recherche françaises et étrangères (un seul pays étranger partenaire).
- Le Conicyt, ou Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (commission nationale de recherche scientifique et technique) est l’organisme chilien qui coordonne et finance la recherche scientifique. Il est devenu, au 1er janvier 2020, l’Agence nationale de recherche et développement (ANID) qui remplit un rôle similaire à l’Agence nationale de la recherche (ANR) française.
- La Fédération de recherche Tara Oceans comporte 22 équipes de recherche françaises et internationales, et développe le programme GO-SEE (Global Oceans Systems Ecology & Evolution). la goélette Tara restera 3 mois au Chili à partir de février 2021.
- Le « NLHPC » est un centre de calcul intensif national chilien au service des communautés académiques et industrielles, ainsi que des institutions publiques : https://www.nlhpc.cl/